El sector editorial en la nube

Titulares como “La industria editorial española se desangra” llenan las páginas, impresas y digitales, de los diarios. Y es que no es un momento fácil para el sector editorial, ya que no solo tienen por delante una dura lucha por sobrevivir a la situación económica que azota a los españoles, sino que tienen que tener en cuenta otros importantes factores: la piratería y los nuevos patrones de lectura en soportes electrónicos cada vez más extendidos, que obligan a buscar nuevas estrategias de negocio.

Una de las mejores iniciativas surgidas recientemente es Booquo, la plataforma digital de Círculo de Lectores, que ofrece un servicio de lectura en la nube, también conocido como “streaming”, donde el usuario puede acceder y comprar o alquilar un libro digital. Por otro lado, esta plataforma cuenta con una zona Premium, que inlcuye una serie de ventajas de selección de contenidos adicionales y otros servicios, a cambio de la cuota mensual de suscripción de 9,90 euros que permite el acceso a los títulos ilimitados de la biblioteca Premium.

Leer en la nube significa que todo el proceso de lectura se lleva a cabo en un servidor de Internet (lo que estás leyendo, la página por la que navegas, las notas y comentarios que has dejado en los libros), sin realizar directamente la descarga de ningún fichero; esto facilita que el usuario pueda cambiar de dispositivo de lectura.

En cuanto a iniciativas pioneras, encabeza la lista la compañía 24symbols, con una plataforma de lectura de e-Books basada en un modelo de suscripción y con capacidades de lectura social, mediante la cual los usuarios pueden leer en la nube cualquier título de un catálogo multieditorial de manera gratuita, pero con publicidad insertada y ciertas limitaciones, o pagar una pequeña suscripción para disfrutar de un servicio de mayor calidad.

El sector digital editorial en España avanza a paso firme, aunque aún hace falta para aumentar el 3% de ventas de e-Books para llegar al 20% que han alcanzado en EEUU, en los últimos tres años. Las empresas nacionales se han puesto las pilas, y las nuevas fórmulas de negocio contribuyen a una expansión de la lectura digital que, en principio, parece imparable.